Juegos didácticos para niños en edad preescolar.

No hay mejor forma de aprender que disfrutando el aprendizaje. De esa manera se trabaja la memoria y genera actividad en el cerebro del niño, pues el juego es una de las más poderosas herramientas.

No solo son buenos para la memoria: estos juegos, simples y entretenidos, son beneficiosos para el rendimiento cognitivo general. Y, si se juegan en grupo apoyan la capacidad de participar en una actividad en grupo, aprendiendo a esperar su turno, prestar atención a las tarjetas e imágnes, desarrolla en el menor una actividad muy benéfica.

El juego es una de las técnicas de aprendizaje más tradicionales y efectivas. Y es que, según se ha comprobado, los niños aprenden mejor si sienten inquietud y diversión por lo que les rodea. La motivación se incrementa y las capacidades se refuerzan. A la vez que se estimulan la atención, el autoestima, la memoria, el desarrollo social, la creatividad…, entre otros valores y aptitudes.

Fortalece la memoria a corto plazo. 


Este juego exige retener temporalmente información sobre la ubicación de las cartas y recordar patrones, un excelente ejercicio para la memoria a corto plazo.

Mejora la atención y la concentración. 

Para tener éxito en el juego, debe prestar atención plena a las cartas que se levantan. Esto refuerza la capacidad de enfoque del niño.

Estimula la memoria visual y espacial. 

Debe recordar imágenes y asociarlas con ubicaciones específicas, lo que involucra la memoria visual y las habilidades espaciales.

Aumenta la plasticidad cerebral. 

Este tipo de actividad desafía al cerebro a formar nuevas conexiones neuronales, con lo que contribuye a mantener la plasticidad cerebral.

Algunos de los juegos didácticos más comunes son loos siguientes:


1. Puzzles
Un clásico para estimular las habilidades cognitivas en la infancia. Los rompecabezas son una buena elección para que el niño idee mapas conceptuales trabaje la lógica. Este tipo de juego suele incorporar piezas grandes si se dirige a una edad temprana. Mientras que, a mayor edad, más pequeñas serán las piezas y más fichas tendrá el juego para dotarlo de más complejidad.

Hay varios tipos de puzzles: los numéricos (sudokus), el tangrama, los mecánicos o los tetris, en el ámbito digital, por ejemplo.

2. Juegos de memoria
Memorizar canciones, repetir palabras, imitar sonidos o jugar a las cartas son propuestas para ejercitar la memoria en la infancia. Gracias a ello, las habilidades visuales o auditivas se potencian. Este tipo de juego se emplea a partir de los cinco o seis años. En este ámbito, el Memotest es uno de los juegos de memoria más populares.

3. Sopas de letras
Con este juego didáctico, el niño se familiariza con el mundo de las letras y se trabajan las habilidades del lenguaje y de la comunicación. Por tanto, las sopas de letras o los crucigramas son una buena alternativa para trabajar el léxico y mejorar la ortografía jugando.

4. Juegos con bloques
Los juegos con bloques potencian la psicomotricidad fina y ayudan a desarrollar la visión espacial. Estos juegos también sirven para potenciar la agilidad mental y fomentar la creatividad en los más pequeños.

5. Adivinanzas
Los juegos de adivinanzas son otra opción para estimular la lógica, la agilidad y la reflexión. Se trata de un divertido juego que ayuda a los niños a centrar su atención y a desarrollarse intelectualmente.

La primera educación es fundamental, por lo que le invitamos a conocer nuestra página en Facebook/ParaEscuela en ella encontrará algunos juegos didácticos para el preescolar y la primaria baja.

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